En 1949 el Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, realizó un discurso inaugural en el congreso en el que expuso los nuevos lineamientos de la política exterior norteamericana. El “Punto cuarto” de ese discurso es precisamente el que formaliza el compromiso del gobierno de ese país con el desarrollo de América Latina. (Punto cuatro: “Ayuda técnica a los países del mundo que la necesiten para el sostenimiento de la paz y las instituciones democráticas”). Su plan se basaba en fortalecer y consolidar la ayuda técnica hacia el sur del hemisferio.
Nace así el Departamento Técnico Interamericano de Cooperación Agrícola, que instala oficina en Chile. En 1954 decide ayudar a una zona del país que estaba muy atrasada en su agricultura, creando lo que se llamó el Plan Chillán.